Como directora de arte y diseñadora gráfica en el proyecto de la portada del disco Fluida, busqué crear una imagen que capturara la esencia de la música, jugando con la fluidez y la textura. Las letras, hechas a mano, simbolizan la improvisación y la libertad, reflejando la ligereza y el dinamismo del disco. Este uso de colores no solo aporta fuerza a la imagen, sino que también transmite una sensación envolvente y sensorial, destacando la conexión entre la música y la libertad visual.